El Cordón Espiritual es la conexión entre el Alma Encarnada y su Alma Superior, que depende del avance espiritual de cada persona, llegando a ser como un hilo fino o bien como un grueso cordón, según el caso.
Aquellas personas que vibren en un plano meramente físico y material, con una vida negativa, de odio, daño o maltrato, el Cordón Espiritual puede llegar a ser tan fino que hasta desaparezca, convirtiéndose en Alma Perdida sin rumbo, sin encontrar un camino claro hacia su destino y la luz.
Por contra, aquellas personas que de mayor vibración, con una existencia sea plenamente espiritual, conseguirán fortalecer este Cordón Espiritual, haciéndolo mucho más grueso, lo que les ayudará reforzarlo y tener una guía sea clara y fuerte, transportando su alma y con acceso al camino de su propia Luz.
¿Cuál es el proceso de esta conexión a través del Cordón Espiritual?
El Cordón Espiritual es innato a las personas, pero cada una tendrá un Cordón Espiritual con distinta densidad y fuerza. Como mencionamos anteriormente, depende de cómo sea el plano vibracional de la vida de cada Ser Humano, para que este tenga mayor o menor fuerza y arraigo espiritual. Sin embargo, hay dos preguntas claves para entender el proceso que nuestro propio Ser hace cuando consigue que ambas Almas conecten y se comuniquen.
¿Cuándo ocurre esto?
En el momento en el que la Conciencia Superior vibra en conciencia con la Conciencia Ordinaria, se fusionan las frecuencias, dentro del límite pautado por su el enérgico de la conciencia. Es decir, la vibración superior activa la vibración inferior fusionándolas en una sola.
¿Cómo se experimenta?
Esta experiencia se vive como una pequeña iluminación impregnada de una energía a cantidades elevadas que activan el conocimiento latente del Ser. Cuando conseguimos decodificarlo del todo, es cuando comprendemos el verdadero y auténtico lenguaje de la Luz.
La conexión del Cordón Espiritual con nuestro cuerpo físico.
Comprender este lenguaje de Luz es comprender que, al rededor de nuestro cuerpo físico, existe un campo de Luz: el Campo Áurico. En él, se impregnan todos nuestros pensamientos, códigos, comportamientos, emociones… que se relacionan con nuestras acciones y nuestra forma de comunicarnos con el entorno.
En relación con el Cordón Espiritual, cuando estos patrones mentales son de baja frecuencia y vibración, quedan manchados e impiden que nuestro Alma Encarnada perciba y se conecte con el Alma Superior. Sucede que su comunicación no es precisa ni clara, por lo que el Cordón Espiritual vuelve a ser fino e imperceptible.
Cuando esto ocurre, cuando nuestro Campo Áurico está manchado, se requiere realizar una limpieza de este muro invisible que impide su comunicación, para permitir de nuevo que fluya la comunicación y la conexión entre ambas Almas se asegure de nuevo de forma estable e intensa.
Para mejorar esta conexión del Cordón Espiritual y la protección de nuestro Campo Áurico, debemos fortalecer el Tubo de Luz, por el que entra la conciencia de nuestro Yo Superior y de la Fuente a nuestra conciencia, para llenarnos de sanación, paz, limpieza energética… de esta manea podremos elevar permanentemente nuestro nivel energético propio, además de que nuestra vibración y frecuencia energética sea alta y espiritual, y podamos así ponernos al servicio de la Luz y de los Seres de Luz.
Entonces ha llegado el momento más esperado: el de convertimos en un Canal propio de comunicación con nuestro Yo Superior, La Divinidad, el Alma Superior y las Guías de Luz, y también, un Canal de sabiduría y amor para el resto de Seres Humanos de nuestro entorno.
Cada conexión es única e irrepetible.
Cada Ser, va a realizar esta conexión mediante el Cordón Espiritual a un ritmo y velocidad distintos, con procesos diferentes, con altibajos, momentos en los que nos encontraremos perdidos y momentos en los que lo único que rebosará de nosotros será la Felicidad y el Amor. Un acto, el de conectar con nuestro interior, que es en sí un proceso de belleza sublime, de la que encontraremos un aprendizaje tanto nosotros mismos, como también nuestro entorno.